El pasado sábado 25 de Abril
participé en la UT Barcelona junto Antonio y Gabi. Voy a trazar unas breves pinceladas
de lo que aconteció nuestra prueba.
A las 7:00h, justo al
amanecer, se daba puntualmente el inicio de la prueba desde el Passeig de l’Església
de Begues, justo después de pasar rigurosamente el control de material junto a
la salida. Parece que no hay muchos corredores, no es para nada una carrera
masificada.
Tras callejear para salir de
Begues se coge una pista ancha ascendente de tierra donde el pelotón nos relega
a sus últimas posiciones, nos llama la atención lo rápido que van los
corredores. Lo comentamos y nos ponemos ritmo de carrera, Gabi aprovecha para
bautizarse con sus nuevos bastones. La pista es un sube-baja estos primeros kms.
Nos sorprende un control de tiempos en el km5 antes de un giro a derechas que
nos mete en un sendero estrecho y divertido que sube en fila de a 1 durante un
par de kms. En una transición entre senderos, no sé muy bien en qué kilómetro,
también nos sorprende ver a militares abasteciendo a los corredores con
agua, parece los 101 de Ronda (Son del Bruc de Barcelona), qué gratos
recuerdos.
En este primer tramo de carrera
pierdo uno de los dos botes sin darme cuenta. Cómo es posible! Intento
no darle muchas vueltas ya que en el Garraf Gemma me tendría uno de recambio.
Antes de los 2’ clavados en el
Avituallamiento 1, nos encontramos una pista ancha, vertical y descendente que
obliga a trabajar los cuádriceps. Av. 1 muy completo: sándwich, fruta,
golosinas, agua, refrescos…
Entre el Av.1 y Av.2 la carrera
se adentra poco a poco en las zonas de riera y pedregales inacabables donde se
castiga especialmente los tobillos y la suela de los pies. Recuerdo un sendero
llano, rodeado con mucha vegetación, abierto por la izquierda con unas vistas
preciosas del parque. La bajada previa al Avit. 2 es rápida, de sendero estrecho,
divertida que acaba en la carretera donde nos encontramos el avituallamiento.
En éste nos encontramos solo agua y fruta. Rellenamos, nos hidratamos bien y
salimos sin perder mucho tiempo. El día está tapado, afortunadamente el sol
está escondido, pero la humedad es altísima. Vamos mejorando nuestras
previsiones de tiempo y esto nos anima
Dejamos la carretera, donde nos
encontramos muchos ciclistas rondando, para enfilar una riera ascendente con
mucha piedra donde nos encontramos los primeros clasificados de la Long que nos
van pidiendo paso justo antes de llegar al punto más alto. Justo antes de
coronar sufrimos un pequeño embudo del cual no nos pudimos deshacer hasta
llegar a la carretera. Esta carretera descendente nos acompaña varios cientos
de metros hasta girar a la derecha, coger una pista descendente que nos acerca
a la perrera, seguidamente por alguna cantera hasta que desaparece y
enganchamos un sendero poco técnico, que va haciendo zig-zags, con vistas
preciosas hacia el mar, el Garraf y su costa, donde se baja muy rápido para ir
recuperando posiciones en carrera. Posiblemente la zona más bonita del ultra.
Finalmente se llega al Avit. 3 de
El Garraf, que se encuentra justo en la playa. Allí nos espera Sonia, Daniela,
Gemma y Rubén, que se unirá a nosotros para hacerse un entreno. Comemos y
bebemos bien, una ensalada de arroz que nos sienta estupendamente, charlamos un
poco con todos antes de salir y reanudamos la marcha después de este buen
descanso. Es el km33 de carrera y vamos en tiempo mucho mejor de lo previsto.
Salimos del avituallamiento bordeando la playa, cruzamos las pocas calles que
separan la montaña de la playa e inicio de la siguiente subida, por sendero, a
ritmo suave pero constante y con sensación de bastante bochorno. De nuevo sufrimos
un pequeño colapso antes de culminar la subida, para empezar con un terreno de
subes y bajas por una pista abierta, poca vegetación y bastante ancha.
Lamentablemente Gabi se tuerce el tobillo bruscamente, pero con bastante dolor
y un antiinflamatorio podemos continuar. Estamos cerca del peaje, el cual divisamos
en un par de ocasiones.
La siguiente bajada reconocible
se realiza combinando sendero con una pista un poco emboscada donde se puede
correr bien hasta llegar a la cementera. Allí hidratación, para continuar la
siguiente subida hacia el Avit. 4. Es una subida por sendero, con algún tramo
bastante vertical, que va haciendo zigzag hasta alcanzar el avituallamiento,
que es muy completo: música, pequeña fiesta, refrescos, sándwiches, zona de
masaje… En este punto ya se veían caras de algunos participantes que no iban a
continuar.
Entre este y el Avit. 5 el
recorrido continua con subidas y bajadas no demasiado largas, recordemos que estamos
en el Garraf, y el terreno va dejando las zonas con mucha piedra y roca con
senderos de terreno arcilloso y rojizo. De esta parte no recuerdo grandes cosas
del recorrido, sin embargo sí recuerdo perfectamente que atravieso un gran
desfallecimiento, los kms acumulados, el bochorno y la deshidratación me hacen pasar por momentos delicados. Parece que no
soy el único. Poco a poco Gabi, Rubén, Antonio y yo nos vamos distanciando,
cada uno buscando su ritmo hasta llegar al Avit. 5. Allí de nuevo nos juntamos,
recuerdo beber en cantidad, comer pasta, descansar y seguidamente salir juntos
con energía renovada a subir la Mola, punto más alto de la carrera.
La subida a la Mola se me hace
realmente corta, vamos a buen ritmo, y sin darnos cuenta estamos ya bajando y
dirigiéndonos a Begues. La primera parte transcurre más por sendero, y la segunda
por pista donde se puede correr bien durante 3-4 kms hasta llegar al km70 de
nuevo a Begues. En Begues la sensación es rara, hay bastante gente animando y
nos hacen pasar por línea de meta y en el último momento desviarnos para seguir
con nuestra carrera. Los participantes de la Long en este momento finiquitan su
aventura.
Vamos directos al polideportivo
donde hacemos un largo y tranquilo avituallamiento, allí nos espera de nuevo Sonia,
Daniela, Maru y Gemma, y Rubén cierra aquí su entrenamiento. De nuevo el
estómago me respeta, como bien, me hidrato mejor, relleno botes y salimos a por
el segundo bucle. Seguimos estando por debajo del tiempo pronosticado.
La salida de Begues es
ascendente, así que tranquilamente y animados realizamos iniciamos la subida,
vamos concienciados que este bucle es duro pero con la tranquilidad que lo conocemos
perfectamente. Minutos después y desde el punto más alto iniciamos una bajada
por pista donde nos permite trotar, exceptuando algún punto con mucha piedra, y
llegamos a lo que nosotros conocemos como “El Barranquillo de Vallirana”. Son 15-20
minutos de subida, de los cuales alguna parte se realiza grimpando, y todas las
buenas caras que llevábamos se transforman
repentinamente. Personalmente me encuentro peor, sin embargo es Gabi el que se
encuentra bastante tocado y vacío. El ibuprofeno para el tobillo le ha
bloqueado el estómago y en Begues no consiguió comer nada… malas noticias!
Antonio, todo lo contrario, se encuentra perfectamente.
La bajada a Torrelles combina una
primera parte muy exigente por sendero muy arcilloso, donde los cuádriceps
sufren mucho, y una segunda por pista (de tierra y finalmente asfaltada) hasta
llegar a la población, donde se puede correr muy bien. Sin embargo, Gabi va
realmente tocado y gracias que podemos andar. En el avituallamiento de
Torrelles nos espera Gemma y Sandra, una amiga, que nos hacen compañía mientras
intentamos recuperar. Yo apenas puedo comer 8-10 macarrones y las sensaciones
son malas. Sin embargo, Gabi aún está peor, no le entra nada, tiene dolor de
estómago y vomita lo poco que lleva dentro.
Bastantes minutos después salimos
muy despacito de Torrelles, hemos perdido todo el tiempo ganado pero eso no nos
importa. Es el momento de encender los frontales y afrontar los 15km restantes,
que van a ser bastante duros. Ahora lo importante es llegar. La subida hasta la
torre de vigía por pista la vamos haciendo sin necesidad de pararnos y eso nos
va anima un poco. La bajada a St. Climent es técnica y vertical, y nada tiene
que ver nuestro ritmo al de los entrenos en ese mismo tramo. Sin embargo, ya
estamos allí. Mi situación es bastante mala, voy algo mareado y sin fuerzas, así
que intento concentrarme y procesarlo por dentro.
La pista que nos lleva al inicio
de Brugues, Gabi nos pide un descanso porque va muy tocado, se sienta e intenta
vomitar para aliviar el estómago. Dentro ya no tiene nada y la situación es bastante
delicada, debe ser km92 de carrera y por la cabeza nos ronda a cada uno el
abandono, aunque no comentamos nada. Intentamos ofrecer a Gabi lo que llevamos,
pero no le entra nada, tiene el estómago totalmente cerrado.
Después de unos 10 minutos allí
sentados, Gabi saca agallas, dice que hemos venido a divertirnos y a sufrir, se
pone en pie y nos dice de continuar. Así que poco a poco reemprendemos la
marcha. Pocos minutos después una cinta bastante mal puesta nos equivoca el
camino y nos metemos por un sendero vertical, muy parecido al correcto, pero
que no es el adecuado. A pesar de conocer el recorrido, la fatiga, la noche, y el
estar preocupados en otras cosas, no nos permiten darnos cuenta hasta más
adelante. Total, 20 minutos perdidos y desgaste innecesario acumulado.
Ya en el avituallamiento de
Brugués, aprovechamos para sentarnos y comer unas patatas chips y algo de Coca
Cola antes de salir de nuevo. Gabi es capaz de probarlas y beberse un par de
vasos de Coca Cola, para reemprender la marcha un poco antes que nosotros. Rápidamente
nos despedimos de los voluntarios, y enfilamos la parte final de la ascensión.
Sorprendentemente, a pesar de subir rápido, no alcanzamos a Gabi hasta el
castillo, donde nos comenta que se encuentra muchísimo mejor: Qué alegría! Así
que coronamos la última subida hasta la torre de vigía, ya juntos, con buenas
sensaciones y recuperando alguna de las posiciones perdidas.
La bajada por pista a Begues
incluso podemos trotarla, la cual nos acerca a los alrededores de la población,
donde Gabi se enrabieta por lo mal pasado y nos anima a correr. Increíble! Correr
a 5’30’’ el último 1500m y entrar en meta juntos con esas sensaciones, todavía nos
enorgullece y nos gratifica aún más si es posible. Tiempo final 17h35’28’’ peor
tiempo de lo pronosticado, pero con más satisfacción si cabe de superar
momentos tan complicados.
Un placer disfrutar de un día
completo con mis amigos, de compartir la experiencia, y poder finalizar una
prueba de larga distancia juntos, que ya quedará para el recuerdo. Gracias a
Gemma y Sonia por acompañarnos, ayudarnos, animarnos y avituallarnos. Hasta la
próxima!
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