miércoles, 2 de abril de 2008

CÁCERES - ZARZA LA MAYOR. 94km

El día 21 de marzo de 2008, Viernes Santo de Semana Santa, tan sólo 5 días después de la maratón de Roma realicé con Rubén la aventura de ir de Cáceres a Zarza corriendo. Se que fue una locura porque iba poco descansado pero mi intención principal era disfrutar del paisaje, del poder respirar aire sano y de un buen día de campo. El llegar o no era secundario, así que nos lo tomamos con relajación.
Dormí sólo 4h ya que el día anterior viajé en coche de Bcn a Cáceres y el reloj no dio de más. a las 6 en punto de la mañana sonó el despertador, nos preparamos bien y a las 7h ya estabamos cruzando calles buscando la carretera dirección Malpartida de Cáceres. Era cómico encontrarse con algún residuo de fiesta aún a esas horas, aunque no se si nos miraban ellos aún más extrañados que nosotros a ellos.
En las primeras rectas de carretera ya pude darme cuenta que las piernas iban cargadas, así que paciencia. En breve empezó a amanecer, y todos los presagios de los informativos fueron erróneos (como de costumbre), que si lluvias torrenciales y tormentas fuertes... vamos que no. Se intuía una jornada fenomenal como así sucedió.
Pasamos Malpartida de Cáceres donde dimos cuenta al acuarius que llevabamos, y cogimos el desvío hacia Arroyo de la Luz, donde poco después y sin dificultades nos plantamos allí, el terreno hasta ese momento fue bastante light. En la gasolinera hicimos parada técnica, y encaramos caminando la recta de subida que cruza el pueblo. Al salir, recuperamos nuestro ritmillo y poco a poco el terreno comenzó a volverse caprichoso. Sin darnos cuenta estabamos metidos de pleno en una recta infinita de más de 10km y con un en un rompe-piernas incesante. Al final de esta última recta nos adelantó el Sr. Luis, padre de Rubén, como le conoce todo el mundo, o Sr. Rubén como le conoce su DNI, o Sr. Genio en el mundo del atletismo, jejeje... Rubén ya auguraba que una visitilla sí vendría a hacernos, y así fue.
Después de la enorme recta encaramos un zig-zag en subida bastante castigador que terminamos andando para no seguir quemando naves, era adelantar muy poco con demasiado esfuerzo, y aún quedaba mucho. Al momento estabamos en Navas del Madroño, km38 apróx. donde nos esperaba el Sr. Luis, para hacernos la foto de rigor, recargar la mochila de agua, y comentar sensaciones. Por supuesto, las mías estaban claras, eran malísimas y no había vuleta de hoja, ya me sentía agotado. Rubén hacía mejor cara.
Nos despedimos del Sr. Genio, madre mía qué inocentes somos, y encaramos la carretera hacia Brozas. Los primeros kms. eran bastante planos y era de agradecer, aprovechamos para enchufarnos un gel de estos de Isostar cada uno, que a mi me supo a rayos como siempre, ya puede ser de manzana o lo que sea, siempre me está malísimo. A unos 2-3 kms de llegar a Brozas tuvimos que afrontar el final de una subida caminando porque se hacía insufrible. Menos mal, al poco tiempo estabamos inmersos en una larga recta que nos llevaba la gasolinera de Brozas, en ese momento ya habíamos pasado la mitad de carrera, unos 49km. ¿Y yo?, yo cansadísimo como no podía ser de otra manera. En la gasolinera nos enchufamos un Acuarius, y me dio por mirarme las ampollas de los pies que ya me iban molestando desde hacía rato. Pues eso, ampollas en los dedos, en el apoyo, etc. lo normal vamos en estos casos.
Rubén me achuchó un poco para coger ritmo de carrera, mi trabajo me costó arrancar, y encarar mi peor tramo con diferencia, los 17km de Brozas-Alcántara, se me hicieron durísimos ya no por el terreno, sino por el agotamiento que llevaba, menos mal que el tiempo era fantástico. Recuerdo alguna llamada a mi padre o a Gemmita para que nos llevasen, por lo que más quisieran, pasta y comida al puente de Alcántara. El último km antes de llegar lo hice caminando y planteé a Rubén mi abandono, ya necesitaba andar y de forma muy cansina hata las zonas de llano. Al entrar en la población de Alcántara nos recibieron Raquel, Anna, Esther y Gemmita con muchos ánimos, aunque mi cara era de estar muy desencajado, vamos ahora más que nunca era reflejo del alma y por supuesto del cuerpo.
Bajamos hasta el puente entre caminando y corriendo para cumplir con el km 66. Allí planteé mi retirada a todos. Me quité las zapatillas, calcetines, rebenté alguna ampolla y las ventilé. Aproveché para estirar bien mientras comía pasta y bebía caldo de pollo bien calentito. Pero qué bien me sentó, poco a poco iba recuperando energía, aliento y moral. Lo que culminó mi mejora fue cambiarme de calcetines, zapatillas, ponerme los gallumbos de correr, echarme baselina (empezaba a rozarme), y enchufarme un helado. Eso sí que me dio la vida.
Después de 1h30' de descando y convencido de ello afronté los 14km con otra cara hasta Piedras Alba con la compañía de Rubén claro, dejamos las mochilas y no llevar peso en la espalda era un alivio. De los 14 hicimos los 12km de subida caminando ya que es un desnivel muy notable y en esa fase de carrera podía ser un auténtico infierno intentar hacerlos corriendo. Las sensaciones eran buenas, habíamos recargado bien las pilas y pudimos escoger un ritmo aceptable. La llegada a la población de Piedras Alba fue triunfal. Nos esperaban animándonos muchos componentes del Coto. Raquel, Esther, Anna y Gemmita, también estaban. Llevabamos 80 km. Estaba claro que le expedición no iba a abandonar a sólo 14km de la "cumbre". Después de hidratarnos bien veíamos claro que la azaña había que terminarla como fuera. Así que en breve cogimos carretera y a correr. Este último tramo disfruté bastante ya que la mayoría de estos últimos 14km los hicimos corriendo, me encontraba bastante bien dentro de lo normal en un castigo de este tipo. Lo peor fue que al rato vimos pasar a toda la afición en coche y se les olvidó dejarnos el agua, aún recuerdo la frase que le dije a Rubén: "fiera, ¿te das cuenta que vamos a hacer estos últimos 14km sin agua?", y su contestación: "No pienses en ello que espeor", ahí ya me tronchaba de la risa. Finalmente a 2 km de la llegada volvieron con el coche, bebimos agua y nos dieron el último susto, nos comentaban que nos quedaba más distancia que la que nosotros estimábamos. Nos engañaron fácil la verdad, no estabamos muy lúcidos en aquellos momentos ya.
Retomamos ritmo y en breve divisamos el "Falcon-Fary", dios qué alegría, a la aventura le estabamos dando fin. En nada estabamos encarando la bajada al pueblo, recuerdo que ya no notaba ni molestías, ni ampollas, ni dolor de cabeza ni nada. Entramos al pueblo con la puesta de sol terminada, y bastante gente animándonos y sacándonos los colores en estos últimos metros, fue bastante emocionante y sonrío al recordarlo. Gracias a todos por estar allí, Carmina, Gemmita, Raquel, Anna, Esther, padres de Gemmita, Uga y Esther, Roberto, Tolucas, Mamen, Juanjo, Magüi, Elena y resto de gente del Coto!
Ya allí saludé a todos, le di un abrazo a Rubén y le regalé la medalla que tenía preparada. Él preparó un polo super-guapo que no dudamos en calzárnoslo al instante, sacar pecho con la medalla y realizarnos las fotos de rigor!
La azaña llegaba a su fin, eran casi las 20.0o, hacía 13h que salimos de casa y los 94km se habían consumido. Sin duda, tendremos que seguir planeando excursiones de este tipo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué grandes sois, jodíos!!
Cómo me gustan vuestros relatos de carreras como estas!
Enhorabuena también por la Maratón de Roma. Tiene que ser una experiencia cojonuda...
Últimamente "discuto" mucho con Vane cuando le cuento vuestras hazañas. No logro hacerle entender lo que se siente cuando, a pesar del gran sacrificio que supone hacer lo que hacéis, se logran esos resultados. El simple hecho de terminar cualquiera de esas carreras te hacerte sentirte cuando menos orgulloso de ti mismo.
Pero aún así, la única respuesta de mi mujer es: "No me jodas, están locos!!"

A mi también me gustaría estar, al menos, la mitad de loco que vosotros!!

Por cierto. Estoy intentando estar allí en Barcelona el 25, 26 y 27 de abril.
A ver si nos vemos y nos tomamos unas cervezas!!

Un abrazo fuerte!!

LA GAVIOTA.

Rubén dijo...

Amos Migué!! que no se te ve el pelo!!
He empezado en el gimnasio, madre mía, esto de nadar es más difícil de lo que yo creía!!!!
Sergio, a ver si esa visita es pronto y nos vemos. Por cierto, todo es empezar...

Anónimo dijo...

Jajaja!
Gracias Sergio, el mérito es de Rubén que el tío me iba casi arrastrando por esas carreteras de su tierra!
Pues perfecto, amarra bien esos billetes para venirte unos días con la mujer ("joer cómo suena eso!!" jajaja... recuerda que yo aún no te he visto de "casao" jejeje), y por aquí nos montamos alguna excursioncilla, comida y unas risas con birras!
Rubén que no te veo, te has vuelto un currante y ya no asomas el pelo macho, jejeje! A ver si saco un ratillo y me paso por allí que ultimamente estoy pegandome con todo el mundo para poder terminar de documentar la BMW, que no va a ser fácil...

Unos abrazos!