martes, 7 de junio de 2011

TRAIL COLL DE NARGÓ 11'

36KM - 6h36'17'' - 2.300m D+ - 12º Posición




El plan se inicia el viernes 03. Quedamos en Sant Boi a las 16.30h de la tarde Antonio, Rubén y yo para salir con el coche dirección Coll de Nargó. A las 17.00h emprendimos un viaje que completaríamos en unas 2h hasta llegar a Organyà donde teníamos el alojamiento, un pueblo pequeño de Lleida. Es un albergue interesante situado dentro del pueblo.



A las 20.30h asistimos al briefing de carrera en Coll de Nargó, donde previamente recogimos los dorsales. Las instrucciones de la prueba poco nos aportaron ya, la normativa, el conocimiento del recorrido, el perfil, etc. Ya lo teníamos leído. Prestamos atención a los datos de la previsión climatológica indicados, que al día siguiente sufrimos totalmente al contrario, sol por la mañana y lluvia por la tarde, y fue completamente al revés.



Acabado el briefing nos fuimos de nuevo a Organyà a cenar, preparar las cosas y meternos rápidamente en el sobre. Nos levantamos a las 6.30h, media hora antes de que sonara el despertador, aún así se puede decir que descansamos bastante . Después que nos negaran el desayuno en el albergue por un malentendido rápidamente fuimos a Coll de Nargó, allí en el único bar que estaba abierto, desayunamos un zumo y un triste donut… mal… poca cosa es!
A las 9.00h de la mañana se dio la salida desde la plaza principal del pueblo, al final 140 corredores, 100 del ultra y 40 del trail (la prueba que participaba), al final 10 participantes del trail no tomaron la salida, lo mismo sucedió con algunos inscritos del ultra. Por suerte en esos momentos no llovía, pero el terreno sabíamos que estaría bien mojado porque se había pasado toda la noche lloviendo.



La salida del pueblo se realiza por la zona norte, la más alta del pueblo, vamos juntos, Antonio y yo, en primeras posiciones de carrera siguiendo a Rubén. Estos primeros metros de prueba fuera del pueblo transcurren por un sendero muy cómodo que nos deja a pie de la Montaña de Nargó. El inicio de la ascensión lo realizamos con ímpetu y con muchas ganas, pocos son los corredores que nos van adelantando, a Rubén en breve dejo de detectarlo. A mitad de la subida noto el gemelo derecho lo llevo muy cargado y rápidamente realizamos una parada, en la que permitimos pasar unos cuantos corredores que llevamos en cola y nos exigen un ritmo demasiado elevado para nosotros. A partir de este momento dosificamos mejor los esfuerzos y seguimos subiendo a un buen ritmo. No es una ascensión técnica pero la pendiente es bastante vertical, así que va haciendo desgaste. Antes de coronar nos sorprenden unas cabras salvajes que allí andaban lo mar de tranquilas.


Nada más coger inclinación negativa nos pusimos a correr por una pista muy verde con poco desnivel, en esos momentos Antonio y yo vamos a la cola de un grupo de unos 12 participantes. Las piernas agradecen el respiro, pero en breve son los cuadriceps los que se ponen a trabajar ya que el desnivel se incrementa. La pista desaparece y terminamos el pequeño descenso por una de baja vegetación y sin un sendero marcado. Al final, una pequeña riera seca marca el punto de inflexión para comenzar un ascenso suave hasta el CP1. En ese tramo nos encontramos con un fotógrafo que es capaz de hacernos fotos tan buenas como estas.


Salimos del CP1 rápidamente. Yo sólo bebo un poco de agua de una botella de 1,5L, Antonio es más inteligente y se rellena bien bote y Camelback. Nada más salir nos enganchamos de nuevo al grupeto para realizar el inicio de una ascensión por un sendero a ritmo tranquilo. El ritmo es lento y eso nos ralentiza un poco la marcha, pero no nos preocupa lo más mínimo, el crono en esta prueba para nosotros no existe. Tras una subida de un 1,5km aprox iniciamos un descenso exigente por un sendero que en ciertos puntos se vuelve bastante vertical. En esos momentos le pido a Antonio parar 1 minuto para cambiar la pila del GPS que se encuentra parpadeando. Ese minuto nos cuesta el perder el rastro al grupo en el que íbamos.


La bajada desemboca en breve en una pista que gira a la izquierda bastante llana, con falsas subidas que nos hace de aproximación hasta la gran subida del Trail. Por fin el GPS en esta zona, después de varios minutos, me vuelve a dar señal, por el sendero avanzamos un par de participantes que se han descolgado del grupo en que compartíamos ritmo hasta hacía pocos minutos. Es el km17 cuando la carrera llega a su punto más complicado, la ascensión a Pas de Finestres.

Los primeros metros de subida ya me doy cuenta que no ando bien y que los últimos tragos que le quedan al Camelback es un presagio de un mal rato. En esos momentos empiezan a caer las primeras gotas, las primeras rampas por el sendero no son muy técnicas pero van haciendo mella en mi estado físico, poco a poco vamos realizando paradas, varios participantes nos van pasando y Antonio se da cuenta de mi deshidratación. En breve el agua de su bidón llega a su fin, todo el contrario que el de la lluvia, que cada vez cae con más intensidad. El ritmo cada vez es más lento y las paradas más seguidas, cuando realizo esfuerzos seguidos noto un mareo espectacular, llevo una pájara encima increíble. No queda otra que concienciarse del sufrimiento, dosificar esfuerzos y paciencia.


Lo peor está por llegar, cada vez el sendero se va haciendo más exigente, mientras que la temperatura empieza a bajar para colmo de males. Nos ponemos rápidamente el cortavientos (única prenda de abrigo que llevamos) y Antonio me mentaliza que cada vez queda menos y hay que animarse. Sin darnos cuenta, bajo una lluvia bastante intensa, el sendero nos lleva a una pista totalmente embarrada bastante sucia de ramas de árboles que por esa zona está talando. La subida se hace interminable, cada zapatilla pesa lo menos 1 kg por el barro que acumula, y no recuerdo como en esos momentos nos unimos 4 ó 5 participantes para hacer ese tramo juntos. Recuerdo echar de menos los bastones y encontrarme totalmente hundido, una lipotimia bestia me ha dejado bajo mínimos. Llevo galletas en la mochila, pero el frío me ha dejado las manos totalmente inutilizadas, no las siento, y además se me hace imposible concebir que puedo digerirlas sin agua, así que hago poco caso del asunto.


En breve dejamos la pista para meternos en un sendero que sale a la izquierda, donde Antonio me vuelve a dar ánimos y decirme que ya estamos casi arriba, en esos momentos ya sí le creo. Dejamos escapar la compañía, no soy capaz de seguirlos, ando muy tocado, el sendero se vuelve muy exigente en su parte final, pero por suerte arriba del todo vemos una persona de la organización que nos indica que la subida ha terminado y en breve encontraremos el Avituallamiento.


Al llegar arriba el frío que noto es terrorífico, la lluvia no ha cesado ni un momento y me encuentro totalmente calado. Empezamos a correr, pero me doy cuenta que las piernas me tiemblan y no puedo ir demasiado rápido porque me fallan las fuerzas y la caída puede venir en cualquier desequilibrio, aún así pienso que lo mejor es correr para empezar a entrar en calor. En pocos metros llegamos al CP2. Era el km19,5. Allí nada más llegar, me pongo a comer fruta como si hiciese una semana que no hubiese probado bocado. Creo que los de la organización se dieron cuenta en el estado que estaba porque no exagero que en un momento me había comido 5 ó 6 plátanos y 5 ó 6, naranjas. Ah, y algún trozo de manzana! Antonio intenta sacarme del CP2, pero le vuelvo a engañar con un amago, y me vuelvo para comer alguna pieza de fruta más. Cuando por fin decido salir, recuerdo beber como 1L de agua y rellenar el Camelback.


Justo después del CP2 la carrera cambia por completo, dejamos el recorrido compartido con los del ultra y giramos hacia la izquierda por una pista descendente en muy buen estado. De repente volvía a sentirme vivo, la fruta me había devuelto a la prueba, además la lluvia poco a poco dejó de hacer acto de presencia y a la vez empezó a subir la temperatura. Todo se iba enderezándose. Cogimos un buen ritmo de descenso y la alegría fue completa cuando el sol se empezó a dejar ver, en ese momento aprovechamos para hacer un par de fotos. Qué buena sensación, el movimiento de los dedos de las manos podía volver a sentirlos con normalidad!


Al terminar el descenso vacié aposta el camelback porque me pesaba demasiado, no necesitaba tanta agua. Llevábamos en esos momentos 25km. Ahora sí los kms iban cayendo con alegría. Seguidamente dejamos la pista para entrar por una zona más virgen, no hay sendero ni pista, y lo único que nos guía son las cintas que se encuentran perfectamente colocadas, no hay lugar al error. Después de dejar un bosque precioso a mano derecha iniciamos un descenso por un sendero que no nos deja coger gran velocidad. El sendero muere en una pista que cogemos a mano derecha que se encuentra en muy buen estado, es el km27,5. Recuerdo que allí fue la primera vez que nos perdemos, no por falta de marcas sino por falta de atención. No será la primera vez ya que íbamos intercalando sucesivamente senderos y pistas, y nos perdemos brevemente en 3 cambios, que no nos hacen perder demasiado tiempo.
El final del descenso se produce con la necesidad de cruzar un río en el que paramos para realizar un pequeño video. A partir de ahí subimos por la pista 200m hasta encontrarnos con la carretera, que justo al lado se encontraba el CP3, allí nos informan que estamos en el km31 y en 5 kms estamos en línea de meta. De aquí hasta el final compartimos recorrido con los del ultra. Es en ese momento es cuando me doy cuenta que la prueba se me ha hecho corta, cada vez me encuentro mejor y es una lástima no haber sido un poquito más larga.


En el último tramo del recorrido, Antonio muestra molestias detrás de una rodilla y en un gemelo, de lo demás va perfecto. Así que poco a poco voy animándole para hacer tramos corriendo porque estamos ya oliendo la meta. El camino es muy cómodo y desemboca en la carretera asfalta de entrada al pueblo. Ese último tramo lo hacemos corriendo y con ganas de cruzar la línea de meta.
Al final acabamos con un tiempo de 6h36’08’’ en 12ª posición, con 36km recorridos y 2300m de Desnivel +. Sensaciones físicas perfectas.


Rubén nos preocupó un poco porque no teníamos noticias de él hasta las 00.15 de la noche en que hizo su entrada a meta con 15h15’ de carrera, recorriendo 100kms y 6.000 Desnivel + en 14ª posición. Una máquina por la superación cuando peor lo estaba pasando!
GRAN CARRERA Y GRAN FIN DE SEMANA!

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