Arrastrando una falta grave de entreno, sábado no hubo manera de sacar ni 30' para ponerse las zapatillas (culpa mía sin duda), el domingo me levanté con la consciencia intranquila y me vestí rápidamente de corto para salir a entrenar. Me acompañó Gemmita los primeros 20' hasta la playa a un ritmo muy suave, que podría ser perfectamente el más indicado para afrontar los 100km de Terrassa. Allí cogí la carretera hacia Mataró a un ritmo bastante más divertido, la carretera es excesivamente peligrosa por el poco arcén que tiene en varios tramos, y a los 15' me di la vuelta. Recogí a Gemma que estaba descansando, trotamos 10' por el puerto y volvimos hacia casa afrontando la subida.
Exactamente fue un entreno de 1h10' de carrera intercalando, subida, bajada, asfalto, tierra, cambios de ritmo... más 15' de paseo rápido!
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