100KM EN PISTA. TERRASSA 2008

Eran las 23h:30' cuando la noche antes del viernes me metía en la cama, justo después de un buen plato de pasta, mucha agua y un par de valerianas para poder descansar. El resultado no fue el estimado, a las 03h:30' me levanto al baño y ahí se acabó mi horario de sueño, los nervios me hicieron esperar hasta las 5h:30' viendo C.S.I. en la Fox...

A las 06h:00' recojo a Rubén y rumbo a Terrassa. Después de perdernos varios minutos llegamos a la pista Can Jofresa donde formalizamos la inscripción, nos preparamos y después de visualizar la pista nos posicionamos en línea de salida. A las 07h:05' empezaba la cursa. Era totalmente de noche y parece dibujarse un cielo bastante nublado. Paris sale a un ritmo espectacular, tanto es así que al empezar yo mi tercera, él empezaba su cuarta...

Casi a las 08h:00' empezaba a amanecer y llegaban las primeras gotas, al pasar por primera curva el aire al pegar en el pecho ya mojado se hacía molesto. No quería ni pensar en que podía llover todo el día. Fue a partir de la primera hora cuando empecé a comer chocolate, frutos secos, tostadas con paté... cada 2 ó 3 vueltas comía algo.

Hasta las 09h:30' estuvo lloviendo, y a veces hasta bastante agusto, tanto es así que en varias zonas de la pista se crearon charcos. Con 2h:30' de carrera eché en falta muchos entrenos de ese tiempo para haber preparado mejor la carrera, pero entre trabajo y lesión había sido imposible. Así que tocaba ser fuerte de piernas y de cabeza.

A las 10h:00' empezaba la carrera de los 50km donde la asistencia y la competitividad fue nula. Ver correr a más gente por las calles 1, 2 y 3 se hacía algo más divertido.

Al pasar las 03h:30' de carrera malas noticias, las piernas las tenía bastante más agarrotadas de lo que esperaba (hay que entrenar más) y sin pensar en abandonar sí me di cuenta que acabar iba a ser muy duro. Le comuniqué apesadumbrado a Rubén mi estado y me comentó que él andaba más o menos igual, pero como entre medio me contó alguna chorrada, de esas que siempre me hacen reir: "pupitas, rumberitas..." pues como que no me convenció demasiado, aunque le quitó hierro al asunto.

A las 11h:00', con 4 ya de carrera. Sólo pensaba en que llegasen pronto Ana y Gemma para poder distraernos un rato. En esos momentos le comenté a Rubén que a Paris le encontraba signos de flaqueza, y así fue, a medida que pasaba el tiempo perdía más y más ritmo hasta llegar a parar, andar, vomitar... hasta que finalizó su carrera. A partir de aquí y hasta el final de la prueba el lider fue Luis Ángel de Santiago.

Tranascurridas 5h:30' de carrera, apróximadamente en el km 50, fue mi primera parada para estirar y andar una vuelta para oxigenar un poco las piernas. Era el momento de dosificar, o alternar cada cierto tiempo alguna vuelta andando rápido, o la retirada era segura.

A eso de las 13h:00' apareció Gemma y Ana con la pasta y el caldito... IUJUU!! Sólo con la mitad de fuerza que me dio la comida en los 94km de Cáceres-Zarza ya me daría la vida, y en eso iba pensando. Así que lo primero fue echarle mano al caldo calentito que nos sentó espectacular. Un poquito antes ya había dejado de comer alguna tostada de paté para ir dejando hueco para la pasta. Al poco tiempo a Ana la vino a recoger una amiga, pero ya fue también una alegría verla.

A las 14h:00' fue el momento esperado, el de la pasta. Durante 3 vueltas que realizamos andando rápido aprovechamos para comer en cada una de ellas 1 vaso de plástico lleno de pasta, preparada sólo con un poquito de aceite y un toque de orégano, que para estas ocasiones es mano de santo. La hidratación continuaba siendo abundante: Agua e Isostar eran los protagonistas.

Sobre las 15h:00' fue la última vez que intenté estirar las piernas, de repente al tensarla por la zona del biceps femoral se me quedó agarrotado y me se destensaba:"pupita". Suerte que en 1' ó 2' recuperó su posición natural. El tema climatológico seguía igual, tapado pero respetando sin lluvias, ni tan mal.

En el km70 aproveché para que Rubén me recuperase la vuelta que le llevaba, debido a una escala técnica que tuvo que hacer en el baño anteriormente, y yo me paré para cambiarme los calcetines y secarme los pies que los tenía empapados. Menos mal que Gemma me ayudó a quitármelos porque yo ya no alcanzaba a ellos. Ahí ya pude ver que las ampollas estaban de fiesta en cualquiera de los dedos del pie. La lluvia de por la mañana influyó negatibamente también, aún así estaban mejor de lo esperado...

A las 15h:30' hizo presencia en las instalaciones mi madre, Carmina, Betty y Alfonso, dispuestos a disputar sus carreras y a ofrecernos sus ánimos. Esta distracción era vital para poder seguir adelante. En estos momentos la pasta empezaba a dar sus frutos, y una pequeña recuperación física ya notaba en mi cuerpo. A partir de aquí fue cuado cada 2 ó 3 vueltas atacaba un trozo de naranja, y de vez en cuando algún pedazo de chocolate.

A las 16h:00' arrancó la carrera de los niños, 1'5km precioso de esfuerzo, ambición e ilusión. El objetivo por esta parte de nuestra carrera ya era poder correr 5 vueltas seguidas, 2km seguidos que le arrancabamos a la carrera que buenos eran, recuperar con una vuelta andando mientras comíamos y bebíamos algo.
A las 16h:30' Carmina, Gemma y mi madre comenzaron su 5.000 por las calles 4 y 5 que terminaron exitosamente en 31', mucho mejor que mi pronóstico, que rondaba los 35'. Unas máquinas! Mi intención era correr a su lado pero no fue así, aunque el verlas correr distraía el cansancio. Cuando ellas acabaron eran las 17h:00' y llevaba ya 10h de carrera, unos 85km. Aquí ya me di cuenta que terminaría sí o sí.

Por esta parte de la carrera tuvimos la fortuna de disfrutar de la presencia y los ánimos de Antonio y Sonia que se acercaron a las instalaciones para darnos ánimos durante 1h, que supimos reconocer y fue de agradecer.

A las 17h:30' el ritmo que llevaba con Rubén era el mismo: algunas vueltas corriendo suave, recuperar con alguna otra andando rápido, y siempre con risas con Rubén de ir haciendo y diciendo chorradas. Eso sí que es vital, darle al mal tiempo buena cara. En estos momentos de carrera ya me di cuenta que lo mismo tenía en la mano un Isostar, que una Coca-cola, que fanta naranja, limonada... no sabía ya ni como engañarme. De mientras Alfonsito participaba en el primer 10.000 con la gente más "pro", terminando su carrerón en una magnífica marca de 43':26''. A este tío hay que ficharlo ya! Serían ya las 18h45' y nosotros ya habíamos pasado los 90km de carrera. Mis sensaciones eran las mismas que a las 5h de carrera, quizás un poquito más acentuadas, pero el alternar de vez en cuando alguna vuelta andando rápido me daba oxígeno.

Cuando quedaban sólo 15 vueltas, mi madre nos acompañó corriendo por la calle 2, fue bastante emocionante ya no sólo por los ánimos, sino por haberla visto correr 11km y estaba como si no hubiese hecho ejercicio, con 52 añitos. Agradecer estas últimas vueltas los ánimos recibidos por parte de Anna Cos, que cada paso por meta nos alentaba con muchísima ilusión. También a Gemmita, Alfonsito, Carmina y Betty que ayudaban lo suyo.

Parecía mentira pero la azaña llegaba a su fín, el paso por meta la 249ª vez me puso los pelos de punta. Era la última vuelta y la satisfacción de haber sufrido y cumplido me emocionó. Sentir que el esperado reto de los 100km se iba a superar. El mito iba a dejar de serlo. Desde los altavoces el nombre de "Rubén y Esteban" se pronunciaba constantemente, acompañado de "última vuelta", "últimos 100m" y "final de la prueba". Allí, bajo el arco hinchable de meta me fundí en un abrazo con Rubén, después de unos instantes de emoción, necesité un par de respiraciones hondas para poder empezar a articular palabras.

El tiempo final casi lo de menos, el objetivo era terminar, 12h:23'01''.

Allí ya nos despedimos recogiendo una bolsa de obsequios y un trofeo conmemorativo de recuerdo que guardaré seguro de una manera especial. Finalmente una última mirada a la pista, para decirle sólo un "Hasta luego. Nos volveremos a ver".