Así se desarrolló el entrenamiento de medio día de ayer. Después de sacrificar una fideuá con mi compañero de obra Roger, mi trabajo me costó, me despedí de él para ponerme las zapatillas y salir a correr. Rodé 45' por Lloret bajo algunas gotas de agua y mucho viento. Creo que a pesar de verme cansado, no dudo que voy acumulando entrenamientos y kilómetros, seguro que finalmente será beneficioso.
Después de una duchita fresquita en la playa bajo gotas de lluvia, y con la atónita mirada de los guiris que presenciaban el paradógico espectáculo, pensando que aquí la gente está loca, me fuí volando y sin tiempo para más para buscarme algo para comer. Lo más rápido fue cogerme una crispy burger del Burger King y salir disparado hacia el trabajo.
Por la noche sólo pude salir 23' y gracias a un ritmo más suave, no había tiempo para más. Por tanto, el entreno de ayer se resume en 45'+23'.
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