Ya decía yo que cumplir 4 días seguidos con entrenamientos iba a ser pedir demasiado al cuerpo, entre cansancio, salir tarde de trabajar, tareas varias, etc. siempre encuentro excusas para no cumplir. Así que lo dicho, el miércoles cuando pude ponerme las zapatillas ya eran las 9 de la noche y aunque de moral estaba perfecto y animado para salir, las piernas y el cansancio me decían que "nanai de la china", ¿quién ganó? Pues fácil, muy fácil, siempre gana lo cómodo! ...a descansar! Así que hice un ejercicio de autocrítica y me propuse doblar el jueves, y así fue.
El jueves a pesar de no haber dormido mucho (no se los meses que llevo sin conseguir dormir 8 horas), estuve descansando por la mañana en casa con mis historias, motos, etc. comí prontito y a las 16h, después de 2h de digestión, me enfundé "el traje de luces" y salí de casa camino de la playa, y después de 1h de carrera me encontré en la playa de Gavá. Ya allí realicé casi 2h de descanso, y a eso de las 19h me puse las zapatillas de nuevo y en otra hora me encontraba abriendo la puerta de casa. Remarcar que las sensaciones han sido igual de buenas a la ida como a la vuelta, pero ni que decir tiene que el trayecto a casa ya las piernas las notaba algo cansadas. Mal asunto. No quiero ni pensar en la paliza del domingo!
En total hice 2h justas a un ritmo de 4'45'' el mil. Parece que este es el ritmo adecuado para la máquina en estos momentos... que no es poco para lo mal que la cuido!
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