lunes, 6 de julio de 2015

NÚRIA-QUERALT 15’. CRÓNICA DORSAL: 11 (ABANDONO Km67)

La madrugada del sábado al domingo, aproximadamente eran las 3h cuando tuve que tomar la amarga decisión de abandonar  la carrera, sin tener la obligación de hacerlo por motivos físicos, por extraño que parezca. Era el Km67 y llevaba 16h de prueba…
A las 11:00h en punto tomaba la salida con el objetivo de llegar en torno a unas 22h. Salgo acompañado de algún amigo que me encontré previamente e inesperadamente en el Cremallera de Queralb-Núriasa. Se preveía un día extremadamente caluroso para los 115 participantes que únicamente estábamos inscritos.
La salida junto al Santuario es espectacular por su precioso entorno. La prueba se inicia subiendo por sendero, aún así no existen aglomeraciones. Las fuerzas van a tope y el ritmo es muy bueno. Después de llegar a los 2150m de altura el perfil combina pequeñas subidas y bajadas, se viaja a través de senderos muy abiertos, sin vegetación y vistas espectaculares al norte que se encuentra el Puigmal. Cada pequeño torrente que atravesaba empapaba la gorra antes de continuar. Entretenido por el entorno y sin agua, bien administrada, ya en los botes (1 litro en mochila, y 750mm en el cinturón), llego al primer avituallamiento Corral Blanc km12. Es una zona que identifico por haberla pisado al subir al Puigmal previamente. Como bastante fruta mientras relleno de agua los botes e inicio el descenso hacia Planoles.
Este primer descenso ya avisa por su verticalidad y por sus zonas técnicas lo que uno se va a encontrar el resto de la carrera. Aún así se agradece que sea por zona muy boscosa y evitar un poco de sol.  En él ya me cruzo con algún participante con intención de retirarse en Planoles, Km 16. Llego a Planoles, decido no parar a coger agua en la fuente, no lo necesito y continúo. Nada más salir del pueblo, se cruza el río y se inicia el ascenso a Nevà de unos 3,5km. La primera parte por sendero  y finalmente por pista, ambas emboscadas. Aprovecho para engancharme a un grupo de 4 participantes. En Nevà aprovecho para beber bien, abastecerme líquido e intentar comer algo. Como el sándwich no entra opto por un poco de frutos secos. No tardo en salir, pero antes  me remojo en la fuente para ganar algo de sensaciones.
La salida y resto de la salida la realizo completamente solo, primero por una pista la cual  brevemente se convertiría en sendero. Un sendero muy abierto, sin vegetación, donde el sol castiga con dureza, pero no es excesivamente vertical en todo su recorrido. Afortunadamente los últimos 150m positivos se embosca y se agradece. Al llegar a Coll de Fontetes (1870+) desaparece la vegetación y se inicia el descenso. Una primera parte corta, vertical, por campo a través, seguidamente 1km de pista tendida donde se puede correr, y finalmente un tramo durísimo, bastante vertical, abrupto y salvaje, pedregoso, donde el sendero es imperceptible, y el cual se convierte en una auténtica tortura. El descenso es a pleno día, con temperaturas rondando los 40ºC, sin una sombra, acentuando las malas sensaciones que llego a Castellar de N’Hug (Km28).
Afortunadamente me encuentro con Gemma, que me ayuda con el avituallamiento y me recomienda  meterme completamente en la fuente de la plaza (Consejo vital). Sin duda le hago caso y me meto en la fuente, que me hace revivir, me quita el dolor de piernas que llevaba y ayuda a cambiar mi estado anímico. Como y bebo bien antes de salir de lo que Gemma me lleva preparado (la calidad de los avituallamientos son muy escasos durante toda la carrera), no puedo evitar tomarme un analgésico porque la espalda me va dando bastante guerra y decido continuar. Me comentan que voy bien de tiempo y que debo ir sobre el 30 de la general.
Afortunadamente la salida de Castellar de N’Hug coincido con otro participante, Oliver, que también es su primera participación aquí. Entablamos conversación e iniciamos el descenso juntos. La primera parte hasta el nacimiento del Llobregat es por unas escaleras donde hay bastantes personas visitando el lugar que es precioso, es muy emboscado y agradecido. La segunda es por sendero no excesivamente técnico donde se avanza bien y sin desgaste. Sin casi darme cuenta estamos iniciando el ascenso a Pla d’Erols. La subida es por pista cómoda muy emboscada, que se me hace corta entre la conversación y el buen ritmo y sensaciones.
En al avituallamiento de Pla d’Erols repito procedimiento, como bastantes frutos secos y me remojo en la fuente antes de salir. Es el km35, media tarde y el sol calienta bastante menos, aunque la temperatura supera sobradamente los 30ºC. Salgo de nuevo con Oliver. Esta segunda parte se realiza por sendero, el cual intercala zonas abiertas y cerradas, y más o menos verticales. El ir acercándonos a los 2000m brinda muy buenas vistas, y entre las montañas el Pedraforca ya se divisa a lo lejos. Llegar a Coll de Pal me da un buen empujón moral, gran parte del descenso a Bagà lo conozco. En pocos minutos llegamos al Refugio del Rebost, km 44. Allí hay mucha gente y nos informan que ha habido muchas bajas debido al calor, e incluso el segundo clasificado allí había abandonado previamente. Como fruta y un yogurt líquido antes de salir.
La salida es ascendente durante unos 300m, antes de iniciar un descenso tortuoso por sendero vertical que al llegar a la pista y realizar 3 ó 4 eses, se desvía hacia la derecha por una especie de sendero y torrente pedregoso seco, con marcas de GR, muy vertical y durísimo que se cobra un desgaste brutal. El último 1,5Km para llegar a Bagà se realiza por asfalto donde se puede aprovechar para correr. En la plaza me espera María, Jordi y Gemma que me ayudan con el avituallamiento.
Voy justo 10’ por encima del tiempo previsto para llegar a las 22h y las sensaciones son buenas. De nuevo como de la pasta que traigo de casa (no demasiada, no puedo)  ya que el avituallamiento de la organización es escaso. Aprovecho para repetir operación y meto las piernas en la fuente de la plaza para oxigenarlas y me remojo un poco. 30’ más tarde aproximadamente salgo acompañado de Oliver nuevamente, ya con el frontal. Nada más salir de Bagà te encuentras con un sendero muy exigente y vertical que sin un respiro te catapulta de los 770m + de Bagà a los 1500m +. Afortunadamente el ritmo es constante y bueno y las sensaciones no son malas en la subida. Sin embargo, la segunda parte antes de llegar a Gliscareny, una zona que combina pequeñas subidas y bajadas por sendero, paso un momento de debilidad que soluciono con una barrita. La bajada a Gisclareny (1300m + y km61) no es complicada.
Me quito la mochila para descansar la espalda y me siento. Mientras como un par de trozos de queso, y 3 ó 4 dulces con un poco de refresco, analizo que a pesar de ir rápidos voy perdiendo poco a poco tiempo para llegar a las 22h y esto me hace dudar, no sé realmente que está pasando!
Me pongo el cortavientos, el viento allí es fresco, y salgo de nuevo con Oliver. El cortavientos rápidamente he de parar a quitármelo porque era una alucinación, de nuevo viento caliente. Nada más salir se ascienden cómodamente 150m para iniciar de nuevo un descenso muy exigente: vertical, tortuoso y castigador. Es un sendero lleno de mucha piedra de unos 500m -. Aún así lo bajamos con alegría, me encuentro perfectamente exceptuando las rodillas que en este tipo de descenso sufren. En el punto de inflexión más bajo, cruzamos un pequeño torrente para iniciar de nuevo el ascenso de 200m + hasta Saldes. Esta subida se divide en una primera parte por sendero y la segunda por pista tendida hasta entrar en la población. Me encuentro muy entero y soy capaz incluso de correr por la pista hacia arriba, sin embargo la previsión de tiempo se me sigue marchando!
Entro con Oliver en el avituallamiento, que de nuevo me espera Gemma, Jordi y María, a las 2:50h cuando mis planes era llegar a la 1:45h. No entiendo nada, sigo perdiendo tiempo y mi ritmo, para el tipo de perfil sigue siendo muy bueno! Ya llegaría a meta por encima de las 23h! A las 3h de la mañana, después de reflexionar con Oliver en el avituallamiento decidimos retirarnos. Es difícil de entender cuando uno se encuentra físicamente entero pero la reflexión es sencilla: con esa progresión de pérdida de tiempo y marchando a nuestro buen ritmo, llegaría a meta por encima de las 24h. Si atravesase en esas 9h que quedaban un rato malo, seguramente me obligaría a bajar el ritmo y llegar fuera de tiempo. Si a eso le añadíamos que sufriríamos de nuevo el sol de 10-12 de la mañana, nos obligaría también a aminorar la marcha… Si a todo esto, le sumamos que era el último punto de poder retirarnos, a partir de allí nos evacuaríamos mediante nuestras piernas, decidimos que lo más sensato era dejarlo.
La prueba me deja una sensación bastante extraña las primeras, no había sufrido desfallecimientos, mis ritmos eran buenos y podía llegar fuera de control. Ahora, más tranquilo y analizando la prueba desde la distancia ya puedo sacar conclusiones, es un recorrido durísimo, con un terreno muy abrupto, muy salvaje y exigente al máximo. Con unos descensos muy técnicos que castigan de manera bastante cruel.
Muchas gracias a Jordi, María y en especial a Gemma por todo el apoyo, y encantado de haber conocido un gran compañero de viaje como Oliver.
Espero que con la experiencia ganada, ser conocedor del recorrido y las ganas de quitarme esta espina hagan que la próxima edición vuelva a estar inscrito y poder redactar y explicar el final del recorrido!

2 comentarios:

Oliver dijo...

Ha sido un placer realizar nuestra particular aventura, y coincido plenamente con tu crónica.
Una lástima no haber conseguido el objetivo que ambos teníamos en mente, pero sinceramente creo que este trazado, al menos a mí, no me era propicio por la elevada exigencia técnica de las bajadas, que como bien sabes, te hacían perder tiempo.
Quiero agradeceros la acogida en vuestro grupo, sin ese plato de pasta que gentilmente compartísteis, no hubiese sido igual mi noche..

Puedes leer mi crónica si te interesa:
https://desnivelpositivo.wordpress.com/2015/07/04/nq92km/

Quedamos en vernos.. no te olvides!
Ánimo!

Esteban Álvarez Marcos dijo...

Un placer para mí también conocerte y compartir esos 40km de aventura, que sin duda no serán los últimos, Ultra Pirineu está a la vuelta de la esquina. Además, compartiendo recorridos de entreno únicamente hemos de fijar horarios para realizarlos acompañados.
Por cierto, no pierdas ni un segundo en pensar en que si los 6000+ es algo inasumible, no es así. El sábado pasado llevabas gasolina de sobra para completar la prueba, hazme caso. Si esa limitación horaria hubiese sido más generosa, y la posibilidad de poder abandonar más adelante si hubiese sido el caso, hubiésemos salido de Saldes sin problemas hacia el siguiente control.
Dejemos reposar esta experiencia y esperemos ver si la organización hace autocrítica para cambiar cosas importantes para la siguiente edición, y valoramos quitarnos esta espina el año que viene.
Lo comentamos tomando algo fresquito!
Un abrazo!